Cuando llega el momento de la muerte de nuestras mascotas, quizás luego de un periodo de enfermedad o de manera repentina, se experimenta un dolor profundo, un gran impacto emocional y a veces un estado de tristeza difícil de explicar a otras personas.

Además de tener que afrontar esa situación, se deben tomar decisiones difíciles, como definir qué hacer con el cuerpo, dónde darle sepultura.

Lamentablemente en Magallanes, dado el retraso que existe en la comprensión y cobertura de las necesidades de las mascotas, no se cuenta con un cementerio de animales, un lugar que sea adecuado desde el punto de vista sanitario y emocional para responder a estos momentos complejos que viven cientos de familias.

Como muchas personas han podido ver en el sector sur de Punta Arenas, al costado de la ruta, se creó de manera espontánea un cementerio de mascotas, que se convirtió en una muestra de la demanda que existe en este ámbito, que no se trata solo de un lugar donde dejar los restos de los animalitos, es el reflejo de la necesidad de otorgar dignidad y respeto en un momento de despedida y agradecimiento por los años de compañía.

Afortunadamente, ahora en Punta Arenas existe el crematorio de mascotas, Yoppen. Un lugar construido especialmente para esta función, donde incluso hay una sala habilitada para que los tutores puedan esperar y acompañar el proceso.

Lo más valioso, es que la médico veterinario Susan Villa, fundadora de Yoppen, atiende personalmente a las familias y entrega toda la información necesaria con empatía y contención.

Con este proyecto, los tutores de cualquier comuna de la región pueden otorgar una despedida respetuosa y digna, como se merecen los peluditos, que tanto amor brindan en vida.

La partida de nuestras mascotas es una experiencia que nadie quiere vivir, un dolor que no se puede explicar, pero contar con una alternativa como Yoppen, alivia el alma y permite demostrar que hasta el último momento estamos amando a nuestros animalitos.