Salud y buena vida Pets

Razas PPP: ¿Cuál es el lado más “peligroso” de la correa?

Tiempo atrás publicamos un post de Instagram que señalaba lo siguiente: “Todo perro es potencialmente peligroso (PPP) en tanto haya un humano potencialmente irresponsable a cargo de su educación”.

¿Quiere decir esto que ignoramos la genética? No. ¿Quiere decir esto que ignoramos los traumas o las conductas heredables que influyen en el comportamiento de un perro? No. ¿Quiere decir esto que desconocemos que la envergadura física y la potencia de mordida de un perro es importante para determinar su “peligrosidad”? No.

Entonces, ¿qué significa esta frase? Significa un intento -a estas alturas desesperado- por poner mayor énfasis en un aspecto olvidado en la discusión pública: la RESPONSABILIDAD que le cabe a cada tutor o tutora en la educación y tenencia de su propio perro.

Pero, claro, no todos tenemos acceso a información, recursos para acceder a los servicios de profesionales de la conducta; apoyo familiar para ayudarnos con nuestro perro; y tampoco nada ni nadie nos puede asegurar que nuestro perro no vaya a desarrollar -por los motivos que fuere- un trastorno asociado a la agresividad.

Por lo tanto, pasamos a una segunda capa: la TENENCIA RESPONSABLE. Pensemos en la cantidad de titulares de prensa y noticieros que transmitieron noticias los últimos años del tipo “persona hospitalizada tras recibir brutal ataque de un perro” (por supuesto no escribiremos la raza para no seguir estigmatizando). Y, claro, son casos lamentables, que debemos condenar y trabajar para que ojalá nunca ocurran.

Si en esos casos, el humano detrás de ese perro que agredió hubiera usado correa (y, muchas veces, bozal), y la reja de la casa hubiese estado en buenas condiciones para evitar que el perro deambule o saque la cabeza para morder hacia el exterior, dichas agresiones no habrían ocurrido. Y, ojo, no estamos hablando siquiera de tratar conductualmente al perro, sino 100% de tenencia responsable, es decir, asumir que, si sé que mi perro tiene problemas y, por las razones que fuere, no he podido tratarlo, pues descansamos en la tenencia responsable y paseamos con correa, bozal y en zonas donde no pongamos en riesgo a otros perros o a otras personas.

¿Lo ven? Eso es responsabilidad. Eso es tomarse en serio la tenencia de un perro. ¿Cuántas agresiones se habrían evitado si los perros que agredieron hubiesen estado con correa?

Múltiples factores

La peligrosidad de un perro se puede medir de distintas maneras. Factores hay muchos: genética, conductas heredables, experiencias previas, ambiente, traumas, enfermedades de base, trastornos asociados al desarrollo, educación basada en castigo físicos y verbales, y puede usted sumarle los factores que estime conveniente.

Pero, más peligroso que todo lo anterior, es el hecho de que el humano detrás de todo perro no se haga cargo de su responsabilidad como tutor, respetando las libertades de otros, tal como queremos que se respeten las propias. Y, para ello, (guste o no) el uso de correa y bozal son indispensables si sabemos que nuestro perro agrede o tiene un historial asociado a las agresiones intraespecíficas (hacia otros perros) o interespecíficas (hacia personas).

La discusión sensacionalista que apunta a la fuerza mandibular y a la capacidad de ciertas razas de “destruir” o “matar” a otro perro o a una persona vende muy fácil, no obstante, la educación canina pareciera costarnos o nos da “lata”, en circunstancias de que resulta ser -desde mi punto de vista- lo más importante de todo.

En la medida que aumente la responsabilidad social en materia de tenencia canina van a disminuir las agresiones y las situaciones lamentables. En la medida que entendamos que la educación es primordial, estaremos recién progresando como sociedad. Y recuerden: la correa NO ES ESCLAVITUD. Correa es amor. Correa es protección. Correa es TENENCIA RESPONSABLE.

Por Juan Andrés Inzunza B.

Educador Canino y Adiestrador Entrenador Canino Acreditado International Association of Animal Behavior Consultants (IAABC – ECA) Director Educandogs® www.educandogs.cl