Salud y buena vida Pets

Cistitis felina,

¿Cómo reconocerla?

Al igual que en humanos, las mascotas pueden sufrir enfermedades cuyo principal detonante son las condiciones ambientales. La cistitis idiopática felina es una de ellas y se considera una de las enfermedades más comunes del tracto urinario inferior felino que afecta tanto a machos como hembras, particularmente dolorosa y en ocasiones difícil de diagnosticar. El mecanismo por el cual se desencadena la enfermedad no es del todo claro, pero sería un factor decisivo en su aparición el estrés. 

Cuando el felino sufre de estrés, eleva los niveles de hormonas que activan el sistema nervioso simpático, lo que mantenido en el tiempo  provoca irritación e inflamación de las paredes de la uretra y vejiga, causando dolor y problemas para orinar. Se debe distinguir y diferenciar esta enfermedad de la cistitis bacteriana o por urolitos (cálculos).

 Signos clínicos a los que debe estar atento el tutor:

• Dificultad y dolor al orinar

• Presencia de sangre en la orina

• Aumento de frecuencia al orinar con disminución de cantidad

• Orina fuera de su baño en lugares no habituales

• Lamido constante en zona genital

• Falta de apetito

El diagnóstico se realiza por exclusión, incluye exámenes de sangre, orina e imágenes (radiografía y/o ecografía de abdomen y vejiga), de esta forma el médico veterinario tratante podrá determinar de qué tipo de cistitis se trata y lo más importante el tratamiento a seguir.

¿Qué podría desencadenarla?

Factores como el sobrepeso, la ingesta insuficiente de agua, la convivencia con múltiples gatos en un hogar y la disponibilidad de recursos como las cajas de arena, de comida, mudanzas, entre otros, pueden generar estrés en los felinos. Se recomienda analizar detenidamente las posibles causas, como cambios en la distribución de alimentos, la llegada de nuevos miembros a la familia o conflictos entre animales del hogar.

El tratamiento de esta enfermedad debe incluir varios frentes: por un lado, necesitamos fármacos que disminuyan el dolor, la inflamación y que bloqueen el círculo de estimulación nerviosa, y por otro, debemos reducir el estrés y modificar el entorno del gato para intentar evitar la cronicidad y las recidivas.

Muy importante para evitar el estrés de tu gato será garantizar su enriquecimiento ambiental, asegurando que disponga de un entorno que satisfaga sus necesidades naturales. Esto implica:

1. Proporcionar un refugio seguro donde pueda encontrar tranquilidad.

2. Distribuir recursos ambientales esenciales, como platos de agua, comida, cajas de arena, rascadores, áreas de juego y descanso, en múltiples lugares de la casa para evitar la competencia entre los gatos.

3. Estimular su comportamiento de juego y caza mediante juguetes y actividades adecuadas.

4. Mantener un contacto humano positivo, estable y predecible, respetando su espacio y permitiendo que ellos decidan cuándo interactuar.

5. Crear un ambiente que favorezca el sentido del olfato del gato, evitando el uso de sustancias irritantes y considerando el uso de feromonas para reducir la ansiedad.

Si tu gato o gata sufre de cistitis o sospechas de esto, no dudes en consultarnos.