Cuando una persona decide convertirse en tutor de una mascota, una de las primeras acciones que debería efectuar, es informarse sobre cómo llevar adelante la nutrición de ese animal.

Su tamaño, edad, actividad física, enfermedades, entre otras características propias de la mascota, deben considerarse a la hora de definir qué alimento se elegirá.

Afortunadamente, la industria ha avanzado en la elaboración de productos de calidad, con ingredientes apropiados para requerimientos en edades de cachorros, adultos y senior.

Pero no es suficiente comprar un alimento de alto estándar. Las porciones y frecuencia del otorgamiento de la comida, puede marcar la salud del animal. La malnutrición por exceso o déficit es un riesgo importante, por lo que es necesario leer las recomendaciones que se indican en los mismos empaques del alimento, o hablarlo con el médico veterinario.

Por otra parte, la actividad física del perro o gato, es fundamental para que su salud se mantenga en buenas condiciones y se prevengan enfermedades gatilladas por el sobrepeso o la obesidad.

Los paseos diarios, el juego entre el animal y el tutor, brindar un espacio adecuado para el movimiento de la mascota, es fundamental para el equilibrio entre alimentación y gasto energético.

Como se ha informado en ediciones anteriores, y se aborda en este número de la revista Salud & Buena Vida Pets, la responsabilidad de cuidar una mascota es enorme, y el ámbito de la alimentación es uno de los pilares para su bienestar, por ello buscar información, realizar consultas y mantener las atenciones veterinarias al día, siempre será la mejor forma de prevenir y asegurar la calidad de vida de nuestra mascota.