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¿Por qué el diagnóstico por imagen es importante en la clínica de pequeños animales?

La imagenología veterinaria constituye una rama crucial de la medicina veterinaria que se enfoca en el uso de técnicas de imágenes para visualizar internamente el cuerpo de los animales. Esta disciplina tiene un papel fundamental en la medicina ya que proporciona información detallada sobre la anatomía, fisiología y patología de los pacientes. Los métodos de diagnóstico por imagen complementan de manera significativa el proceso diagnóstico, facilitando la identificación de enfermedades, lesiones y otras condiciones médicas. Es decir, aportan información esencial que complementa los datos obtenidos durante el examen clínico y los análisis de laboratorio. Entre las técnicas de imagen de uso común en las clínicas veterinarias se encuentran la radiografía y la ultrasonografía (ecografía). Así mismo, existen modalidades de imagen más avanzadas como la tomografía computarizada (TC), resonancia magnética (RM), medicina nuclear, entre otras.

A diferencia de décadas anteriores, la imagenología veterinaria no era ampliamente utilizada. Sin embargo, en la actualidad gracias al progreso en el desarrollo de la medicina veterinaria, disponibilidad de equipos más accesibles y modernos, mejora en la capacitación y educación de los profesionales veterinarios en el uso de estas tecnologías, la imagenología se ha convertido en una herramienta indispensable de la medicina veterinaria. Por otro lado, los propietarios de mascotas muestran mayor disposición a invertir en opciones de diagnóstico y tratamiento más avanzadas para el bienestar de sus animales.

Dentro de las múltiples utilidades que posee la imagenología en la clínica de pequeños animales podemos mencionar: Facilitar el diagnóstico más preciso de algunas patologías, ya que estos métodos de imagen permiten visualizar estructuras internas del cuerpo que de otra manera sería imposible de evaluar; Evaluación de traumatismos y lesiones en huesos y/o órganos internos, ya que permite la detección y evaluación de fracturas, luxaciones, lesiones de tejidos blandos, hemorragias internas, etc., fundamental para determinar la gravedad de la lesión y realizar un tratamiento adecuado; Evaluación preoperatoria, la cual se realiza antes de llevar a cabo una cirugía para evaluar y comprender la ubicación y extensión de las lesiones, resultando en cirugías más seguras y exitosas; Seguimiento de tratamientos, se utiliza después de iniciar un tratamiento para monitorear la progresión de la enfermedad y la efectividad del tratamiento, particularmente importante en las enfermedades crónicas; Detección de cáncer y tumores, la imagenología es esencial para identificar y caracterizar masas, tumores y metástasis, así como para tomar biopsias y realizar la extracción quirúrgica de estas; Control de la gestación, son una herramienta valiosa para el seguimiento del desarrollo fetal en animales gestantes, lo que permite evaluar la salud y el bienestar del feto y de la madre.

La radiografía ha sido el pilar del diagnóstico por imágenes durante décadas. Es una técnica rápida y eficiente que permite la obtención de imágenes en cuestión de minutos, relevante para evaluaciones rápidas en situaciones de emergencia o para casos que requieran diagnósticos inmediatos. Su disponibilidad es bastante amplia ya que la mayoría de las clínicas veterinarias actuales están equipadas con máquinas de rayos X para la adquisición de radiografías. Sumado a que su costo-efectividad es bastante accesible en comparación con otras técnicas de imágenes. Su utilidad se centra principalmente para el diagnóstico de enfermedades musculoesqueléticas como fracturas, luxaciones, displasias, entre otras, ya que permite una buena visualización y evaluación de las estructuras óseas. A nivel torácico también se destaca su utilidad en el diagnóstico de las enfermedades pulmonares, ya que proporciona una visión detallada de la anatomía pulmonar y es una parte crucial de la evaluación de pacientes con problemas respiratorios. Mientras que para la evaluación de otros tejidos blandos su utilidad puede ser más limitada, existiendo otros métodos imagenológicos más sensibles.

Por otro lado, la ultrasonografía, la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM) se caracterizan por ser modalidades de imágenes en las que se puede evaluar al paciente a través de imágenes visualizadas como cortes transversales, lo que elimina el problema de superposición de órganos y estructuras que se produce en las radiografías y por lo tanto permiten una representación más clara de la anatomía y las anomalías morfológicas.

La ultrasonografía posee la ventaja de proporcionar imágenes en tiempo real de las estructuras internas del cuerpo. Es ampliamente utilizada para la evaluación de órganos abdominales, diagnóstico de gestación, control de crecimiento y desarrollo fetal, evaluación de glándulas de pequeño tamaño, estudios cardiacos (ecocardiografía), evaluación de estructuras superficiales como músculos, tendones, nódulos linfáticos y articulaciones, evaluación de estructuras oculares, así como procedimientos invasivos para la toma de muestras. Mientras que la TC y la RM por ser técnicas de imagen avanzadas y de mayor costo se utilizan principalmente para planificar procedimientos quirúrgicos, ya que proporcionan información detallada sobre la ubicación y extensión de las lesiones. La TC proporciona imágenes tridimensionales detalladas de los órganos y tejidos, destacado la alta resolución para el tejido óseo, lo que permite una visualización más precisa del tejido óseo que las radiografías convencionales.

La RM ofrece un contraste excepcional para los tejidos blandos, lo que la convierte en una herramienta especialmente valiosa para la visualización de estructuras como el cerebro, la médula espinal y los tejidos musculares.

En resumen, la imagenología veterinaria es una herramienta esencial en la práctica veterinaria que permite a los profesionales de la medicina veterinaria diagnosticar, tratar y dar seguimiento a una amplia variedad de enfermedades en los animales, mejorando así la atención y el bienestar de los pacientes. Sin embargo, es importante considerar que los distintos métodos diagnósticos por imagen poseen sus propias limitaciones, se debe tener presente que las imágenes no son 100% precisas y no siempre permiten dar un diagnóstico definitivo, pero sin duda son una herramienta fundamental en la práctica clínica y mejora la atención de nuestras mascotas.

Por Bárbara Pérez M.

Profesora Auxiliar Instituto de Farmacología y Morfofisiología Facultad de Ciencias Veterinarias Universidad Austral de Chile