Luego de mudarse de Chile a Países Bajos, la chilena Macarena Muñoz trasladó a sus perros rescatados a su nuevo hogar. Dice que prefiere adoptar animales mayores, para poder darles la oportunidad de vivir en una familia, rodeados de amor, la última parte de su vida.

Macarena Muñoz es una chilena que reside desde 2018 en Paises Bajos, propietaria del Ecolodge La Granja, que tras adoptar a cuatro perritos en Chile, dos de ellos de avanzada edad, decidió llevárselos a su nuevo hogar en Europa, y continuar con la acogida de animales mayores para brindarles todo el amor que merecen durante sus últimos años de vida.

-¿Como surgió la idea de adoptar perritos en Chile y llevárselos a su hogar?

“Yo crecí rodeada de perros de raza, pero adopté uno por primera vez en el año 2011, a mi querida Cury, cuando tenía dos meses de edad, aproximadamente. Ella estaba afuera de un consultorio una tarde de invierno. Desde ese momento no paré de recoger y/o adoptar perros de la calle.

Cuando tomé la decisión de venirme a Holanda, empaqué mis maletas y a mis dos perras pequeñas, los dos grandes quedaron en mi casa en Chile hasta que mi casa en Holanda estuviera lista”.

¿Existe un proceso administrativo para el viaje aéreo de los perros? ¿Su experiencia fue engorrosa o simple?

“Cada país tiene su norma y regulaciones. Lo primero que hay que hacer es averiguar qué exige el país al cual te irás, y ver también qué exige la aerolínea en la cual viajarás. En mi caso tenía que tener las vacunas al día, desparasitación interna y externa, un certificado médico del perro que diga que no tiene ningún problema o enfermedad, y luego, con todos estos documentos, ir al Servicio Agrícola Ganadero (SAG) para que te entreguen un certificado, además de pagar el pasaje de tu perro que cuesta €400 en KLM/Airfrance (5 años atrás se pagaba €300).

En general no es engorroso y es un proceso relativamente fácil cuando sabes todo lo que tienes que hacer”.

-¿Cuál es el nombre de sus perritos, edades y alguna característica particular de ellos?

“Tengo 7 perritos, de los cuales 4 son adoptados. El mayor llamado «Vecino» tiene 9 años, y es un perro extremadamente cariñoso con niños y adultos, alerta cuando ve algo extraño, ama el frío y el viento. “Ragnar” tiene 8 años, apenas ve la puerta abierta se escapa y hay que salir detrás de él, rompe todas las frazadas que se le ponen en el invierno y llega a ser cargante de lo cariñoso. “Celeste” de 4 años, albina, con problemas neurológicos, agresiva con otros perros y con personas que no conoce. Por ejemplo, sólo pueden hacerle cariño las personas que ella conoce, si otra gente quiere tocarla los muerde, esto es cien por ciento entendible porque no ve casi nada y todo le asusta, pero es la única que puede estar todo el día afuera de la casa, no se escapa y viene de inmediato cuando uno la llama. “Aylén” de un año y 3 meses, juguetona como cachorra, quiere jugar siempre con los gatos y siempre alerta de cualquier persona extraña”.